lunes, 3 de octubre de 2022

Sientiendo sueños

Prisas..... calma Pasos de tortuga. Caos.... orden desvaríos sin sentido. Equilibrio.... esperanza piezas perdidas de un puzle. Pasado, presente, futuro Locura transitoria.
Todo merece la pena por respirar tus silencios

Bailando en la locura de tus ojos

Tu locura irónica me lleva mas allá. Más allá de tus sentidos. Más allá de lo que queda en lo mas hondo de ti. Mas allá de lo que puedo controlar. No le temo, porque me mantiene viva. No le temo porque aunque me ha robado la serenidad hace que vea el amanecer tal y como es. Tu locura es una maniobra simbolizada en gestos, miradas, palabras y letras. Tu locura es simplemente bella Loca, sí, loca por bailar en la locura de tus ojos siguiendo siempre tus huellas, en tu más íntima expresión, pendiendo siempre de una cuerda Y tu alma representa la riqueza de seguir la expresión de la belleza. Que no acaba, que no se va con el viento. Ya que es parte de tu locura que no tendrá fin. Porque hasta el mas loco sobrevive en lo mas hondo del profundo sueño.

lunes, 4 de octubre de 2021

Sucedamos

Esa noche, más que otras, el silencio se extendía con su velo de enigma dulce, cierta melancolía encerraba la velada, como una triste copa de vino que no tiene fin entre los labios de un solo recuerdo. - Tal vez deberíamos suceder. Sí, sucedamos. La afirmación llegó de golpe, porque cuando los silencios se rompen, todo queda en inercia. -¿Qué?- respondió dubitativo. -Eso, que sucedamos- -¿Qué quieres decir?- -Hace un rato dijiste que las cosas pasan muy rápido, ¿verdad?- -Pues sí, el tiempo pasa volando, nos hacemos viejos… pero, ¿qué tiene que ver?- - Que quizá lo que pasa somos nosotros. Los años corren, los segundos pasan caminando como recuerdos, todo pasa, corre, sucede, nosotros vamos pasando… sucediendo- repitió la última palabra casi como un susurro de esperanza triste. - ¿ Entonces quieres que pasemos rápido como el tiempo?- -Quiero que si tenemos que pasar, como la ley del mundo, pasemos dejando huellas juntos: de hormiga, de elefante, no importa de qué, un suceso importante deja huella…- Se repitió un pequeño instante del silencio que aún tenía el aire, luego lo volvió a romper. - y yo no quiero que el tiempo arrase con nosotros sin ser ese recuerdo que te choca con el impulso de una estrella fugaz, por eso vuelvo a preguntar, ¿sucedes conmigo?-

martes, 22 de febrero de 2011

40 grados a la sombra

   ¿Y si la mayor felicidad que has conocido fue una gran mentira?
   ¿Y si los que llamabas amigos también te hubieran hecho daño?
   ¿Y si llevas desde hace años estancada en el momento en que te arrancaron los sueños, ilusiones, esperanzas y fuerza de voluntad?

   Es cruel, ¿verdad?
   La gente es cruel; la vida es cruel. ¿Por qué ambas se empeñan en machacarte una y otra vez sin importarles que ya estés en el suelo… que lleves tiempo sin poder levantarte?

   Suplicas mentalmente y nada funciona, nadie te escucha.  Parece que te echan veneno cada vez que te hablan; que te apuñalan cada vez que te miran; que se burlan de ti cada vez que te sonríen.  
   Te reducen a la mínima expresión y  si tienes la necesidad de aferrarte a algo o a alguien porque nunca te han dado la oportunidad  -ni el tiempo suficiente- para hacerte fuerte… te destrozan.
   Minar la moral de alguien… perfecto para mantenerlo  con una cadenita al cuello para que no se aleje y tenerlo bajo control.

   Puedes probar a vivir escondida en lo más hondo de tu mente pero cuando bajas a la tierra las cosas son como un maldito día de agosto en Toledo a 40º a la sombra, asfixiantes.

   Sé que alejándome de todo conseguiría mejorar aunque fuera  solo un poco; pero ya olvidé hace tiempo que era eso de esforzarse y sacrificarse por algo, ya se me quitaron las ganas de luchar.  
   ¿Qué más da aquí o allí? Seguiré siendo un autentico desastre incapaz de nada en cualquier sitio.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Yo

Escribo desde niña en cuadernos que un día cambié por un ordenador.
 Tengo casi 30 años, no me importa reconocer que no creo en el amor tal y como nos lo han vendido,  aunque lo haya encontrado; ni en los formalismos impuestos por la costumbre.
No  huyo de los compromisos serios,  no me asustan  las bodas,  ni los vestidos blancos, ni tener niños.
 Nunca piso una Iglesia, no creo en Dios ni en Los Beatles.
Me tiño el pelo y leo libros de autoayuda.
Soy reservada, individualista, detallista y algo ególatra.
No me gusta la gente con dos caras, ni los culturetas, ni los buenrrollistas, ni la gente políticamente correcta que luego resulta ser resentida e  imbécil a tiempo completo.
Me gusta pensar, vestir de negro, el cine, la música y la lectura.
Tengo un  trabajo, y me encanta.
 Reconozco consumir porno y, como cualquier hijo de vecino, bebo en exceso los fines de semana y fumo de vez en cuando.
 No soy políticamente correcta ni lo deseo, normalmente hablo sin pensar y la sinceridad me juega malas pasadas, pero no me preocupa. Aspiro a rodearme sólo de las personas y de las cosas que realmente me importan y merecen la pena. Es hora de hacer limpieza general.

martes, 18 de mayo de 2010

Miedo

Miedo a la soledad, miedo a la compañía.
Miedo a la libertad, miedo a comprometerme.
Miedo a la separación, miedo a cambiar de país, miedo a perderte...

Entre tanto miedo se me pasó el tiempo para escribir, espero que no se me pasase la vida.

Y por fin, tras un "mes horribilis" - que más se me antojó un siglo-
mi miedo se pierde ahogado en los charcos.
Ya no tengo miedo porque sé -aunque a veces dude-
que estás ahí cuidando mis pasos.

Y sé que aunque a veces piensas que estoy algo ida
nunca se me va a olvidar tu voz aunque pierda la memoria.

Y sé que no es en vano brindar esta noche por nosotros dos
brindar por nuestra historia.

Y que si después de tanto seguimos juntos al pie del cañón
será por algo -digo yo-

Verás como demuestra el tiempo que merece la pena seguir luchando.

domingo, 9 de mayo de 2010

Te echo de menos

Te echo de menos, te echo mucho de menos, abrazaría ahora tu cuerpo en vez de estar escribiendo, o preferiría mirarte, casi embelesada, deseando darte un beso y seguir dándote besos, en la boca, en el cuello, en todo tu cuerpo.


Echo de menos el que pronuncies mi nombre, el hablarte al oído mientras siento tu cuerpo sobre el mío, el oir tus suspiros, el placer con el que barnizas mis sentidos.


Echo de menos saber que estás ahí, en cualquier momento, qué me esperas, que te importo.


Echo de menos el no poder estar contigo, el tomar cualquier cosa en cualquier sitio, el ver tu sonrisa y reirnos.


Y lo que más me duele mientras te sigo echando de menos es no saber que ha pasado, no saber dónde se ha ido lo que había, no saber si todavía quieres encontrarlo.