lunes, 4 de octubre de 2021

Sucedamos

Esa noche, más que otras, el silencio se extendía con su velo de enigma dulce, cierta melancolía encerraba la velada, como una triste copa de vino que no tiene fin entre los labios de un solo recuerdo. - Tal vez deberíamos suceder. Sí, sucedamos. La afirmación llegó de golpe, porque cuando los silencios se rompen, todo queda en inercia. -¿Qué?- respondió dubitativo. -Eso, que sucedamos- -¿Qué quieres decir?- -Hace un rato dijiste que las cosas pasan muy rápido, ¿verdad?- -Pues sí, el tiempo pasa volando, nos hacemos viejos… pero, ¿qué tiene que ver?- - Que quizá lo que pasa somos nosotros. Los años corren, los segundos pasan caminando como recuerdos, todo pasa, corre, sucede, nosotros vamos pasando… sucediendo- repitió la última palabra casi como un susurro de esperanza triste. - ¿ Entonces quieres que pasemos rápido como el tiempo?- -Quiero que si tenemos que pasar, como la ley del mundo, pasemos dejando huellas juntos: de hormiga, de elefante, no importa de qué, un suceso importante deja huella…- Se repitió un pequeño instante del silencio que aún tenía el aire, luego lo volvió a romper. - y yo no quiero que el tiempo arrase con nosotros sin ser ese recuerdo que te choca con el impulso de una estrella fugaz, por eso vuelvo a preguntar, ¿sucedes conmigo?-